“Podría decirse que la osteopatía nos sedujo porque nos dio respuestas. Fabio y yo éramos dos profesionales de ámbitos muy diferentes.
Yo Nieves, jugadora de baloncesto profesional, internacional con la
selección española, desde mis 17 años viví con una espada de Damocles sobre mi vida profesional; una lesión de ligamento cruzado anterior con dos operaciones por lo que mi rodilla derecha ha necesitado siempre una atención especial. A los 27 años un dolor persistente parecía resistir a cualquier tratamiento, hasta que un amigo osteópata me trató, me permitió seguir jugando hasta que yo quise.
Fabio, un odontólogo con espíritu investigador (este hombre nunca dejará de estudiar), descubrió cómo la osteopatía resolvía problemas donde no lograba llegar únicamente la odontología. Teníamos que saber más de eso de la Osteopatía. Así, a comienzos del nuevo milenio empezamos a formarnos en el curso de 6 años de Osteopatía en la Accademia Italiana di Osteopatia Tradizionale (AIOT de Pescara en Italia)”.